Aquí dejo todo lo que me hace daño. Es momento de dejar ir, de permitir que el viento me despeine y me sacuda, que se lleve el resentimiento, que mi alma perdone deudas y deudores. Es tiempo de que me perdone a mí mismo, ya que me regañé bastante. Fueron muchísimas las piedras que yo mismo puse en mi camino. Para autocastigo ya estuvo bien, elijo el camino de la aceptación, es más barato.
En este tiempo nuevo, lo que ha de ser será. Entiendo que por más que me angustie, no agregaré un centímetro a mi estatura.
Jesús tenía razón.
Es tiempo de relajarme, Dios me está juzgando. Así que ¿por qué habría de hacerlo yo?
Es hora de levar anclas... De liberar cosas, de soltar gente... Nadie tiene que ser como yo quiera.
Así están perfectos. Así ha funcionado hasta este momento su vida¿ qué mejor prueba podría medir para convencerme?
Entre ser feliz y tener razón elijo lo primero. Tener la razón es el peor de los desgaste, pues te quita el sueño intentando corregir el universo.
Es hora de soltar amarras, de confiar más en Dios y menos en la apariencia de este mundo convulso.
En este tiempo quiero un corazón joven, que brinque de gusto con las chicharras que anuncian el día como cuando éramos niños ¿ te acuerdas?
Un alma que sea capaz de asombrarse con el amarillo de los girasoles y de ver en el cielo un milagro pintado de azul y no sólo un día más llano y simple.
Es tiempo de soltar amarras y de maravillarme. He estado demasiado ocupado para ver las estrellas.
Elijo mirar la sonrisa del sol.
Elijo abrazar el aire. Me ama lo suficiente para mantenerme vivo ¿ qué mejor prueba de amor?
Afortunadamente Dios me dio la facultad de elegir.
Qué estupendo es cuando no controlas a nadie, cuando no pides cuentas, cuando tiras a la basura la bitácora de los rencores.
RENOVACION es una palabra muy comprometedora... te obliga a caminar sin excusas. Sin nadie a quién echarle la culpa de nada . Pero definitamente es el CAMINO AL CIELO
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