A veces el paso de los años nos permite disfrutar con mayor complacencia acontecimientos que en otros tiempos tomamos como obligatorios y habituales.
Es lo que experimentamos el pasado 25 de mayo en la plaza pública.
Una sencilla comedia nos llevó a evocar momentos de nuestra niñez vivida como alumnos de la escuela primaria donde contábamos con escasos recursos para conmemorar las fiestas patrias.Sin embargo no llegábamos a notarlo de tal modo porque todos vivíamos de una forma más simple que en la actualidad, muy lejos de tantos elementos bibliográficos,didácticos y tecnológicos.
De ninguna manera deseo realizar una desfavorable confrontación de épocas, pues no soy de las personas que opinan que "tiempo pasado fue mejor" pues sostengo que cada etapa de la vida es fascinante "sólo que hay que mirarla a través de las gafas correctas".
Volviendo al acto,luego que Hermes actuara como alumna de la escuela primaria, allá por el año 1949,llegamos con nuestra exposición al tiempo presente manifestando mucho gozo al poder palpitar el Bicentenario de la Patria.
Ojalá que nuestra pequeña intervención haya sumado esfuerzos para enaltecer tan magno homenaje a la Revolución de mayo de 1810.
Agradecemos a las autoridades organizadoras de este acto patriótico que nos permitieron participar y lograr gritar, en nombre de todos los jubilados y pensionados de Santo Domingo aquella expresión que no por repetida pierde vigencia: ¡Viva la patria!
Es lo que experimentamos el pasado 25 de mayo en la plaza pública.
Una sencilla comedia nos llevó a evocar momentos de nuestra niñez vivida como alumnos de la escuela primaria donde contábamos con escasos recursos para conmemorar las fiestas patrias.Sin embargo no llegábamos a notarlo de tal modo porque todos vivíamos de una forma más simple que en la actualidad, muy lejos de tantos elementos bibliográficos,didácticos y tecnológicos.
De ninguna manera deseo realizar una desfavorable confrontación de épocas, pues no soy de las personas que opinan que "tiempo pasado fue mejor" pues sostengo que cada etapa de la vida es fascinante "sólo que hay que mirarla a través de las gafas correctas".
Volviendo al acto,luego que Hermes actuara como alumna de la escuela primaria, allá por el año 1949,llegamos con nuestra exposición al tiempo presente manifestando mucho gozo al poder palpitar el Bicentenario de la Patria.
Ojalá que nuestra pequeña intervención haya sumado esfuerzos para enaltecer tan magno homenaje a la Revolución de mayo de 1810.
Agradecemos a las autoridades organizadoras de este acto patriótico que nos permitieron participar y lograr gritar, en nombre de todos los jubilados y pensionados de Santo Domingo aquella expresión que no por repetida pierde vigencia: ¡Viva la patria!
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